domingo, 7 de noviembre de 2010

HISTORIAS PARA MEDITAR

Hoy te quiero compartir una pequeña historia...

Un gran príncipe va a ver a un maestro de un reinado lejano, con expectativas de que le dé consejos para cuando asuma el cargo de rey, ya que su padre, el rey, estaba muy enfermo y pronto a morir. El Maestro era conocido por su amabilidad y disposicion, como también por sus acertados consejos.
Cuando llega al templo ve al Maestro regando las flores de su bello jardín. Maestro, he venido de tierras lejanas, pronto asumiré como rey y necesito de sus consejos. El Maestro con mucha amabilidad le contestó que en ese momento no podía prestarle atención, ya que su atención estaba en los lirios de su jardín. El príncipe encolerizado exige que deje lo que estaba haciendo y le preste la atención que se merece un príncipe. El Maestro con mucha tranquilidad deja a un lado la regadera y le dice que él lo iba a aconsejar en lo que necesitara, pero antes debía hacerle un favor...
El príncipe accede, "¿qué puedo hacer por usted Maestro?"
-"Quiero que llenes ésta cuchara con un aceite poderoso y que salgas a recorrer mi poblado". Pero con una condición, no debes derramar ni una gota del aceite. De lo contrario, no podré aconsejarte en lo que necesitas.
El príncipe comenzó a caminar por el poblado con sus ojos fijos en la cuchara, tratando de no derramar ni una gota. Caminó un largo rato y al cabo de un tiempo regresó donde el Maestro.
Maestro, he vuelto y no he derramado ni una sola gota del aceite.
Muy bien!, le replicó el Maestro, ahora siéntate y cuentame que te pareció mi poblado, que te parecieron las casas, los tuplipanes...
El príncipe no sabía que responder, ya que había caminado con sus ojos fijos en la cuchara para no derramar el aceite. entonces le dijo que no le había prestado atención a su poblado. El Maestro my amablemente, le contestó que entonces no lo podía ayudar porque no había cumplido con su parte del trato.
El príncipe se volvió a encolerizar, pero el Maestro muy tanquilamente le dijo que no había necesidad de esa reacción. Te daré otra oportunidad. Esta vez quiero que llenes tu cuchara nuevamente con el aceite, pero que le prestes atención al poblado, a todos sus detalles y no derrames ni una gota.
El príncipe muy nervioso comenzó a caminar y a prestar atención al poblado, que de hecho era hermoso, con sus flores al costado del camino, árboles frondosos, llanos verdes, calles prolijamente arregladas. Fué tanto el entusiasmo del príncipe que se olvidó de la cuchara y disfrutó de su paseo. Una vez vuelto.
El Maestro lo vió y le sonrió, ¿qué te ha parecido mi poblado?
El principe muy entusismado empezó a contarle lo lindo que era y todo lo que había visto. El Maestro muy coordialmente lo interrumpió y le dijo: Veo que haz derramado casi todo el aceite de tu cuchara.
Devastado el príncipe en su ánimo, le entregó la cuchara el Maestro y le dijo: Maestro tén tu cuchara no soy digno de tus consejos, no he podido cumplir con lo poco que me haz pedido.
El Maestro con ojos tiernos y misericordiosos lo miró y le contestó: "Hoy haz aprendido tu lección y éste es mi consejo. Debes estar atento al camino pero cuidando del aceite de tu cuchara y debes estar atento a tu cuchara sin descuidar el camino"


Tantas veces nos distraemos que no vemos las oportunidades, nos replegamos solos, en nuestras cucharas. Nos volvemos el centro de nuestra existencia y perdemos noción de nuestro camino. Y tantas veces por seguir cualquier camino descuidamos el contenido de nuestra cuchara, que se termina derramando...

6 comentarios:

  1. Muy buena la historia, ya la conocía. Me parece verdad hay que prestar atención tanto a nuestro interior como a nuestro alrededor. Muchas Gracias.

    Betina

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  2. Hola gente, hermosaa palabras. Me encanta el blog y estoy practicando las relajaciones que recomiendan. Hace mucho que medito y ya conocía algunas técnicas. Son realmente efectivas.
    Les mando mis bendiciones.

    Laura

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  3. Hola debo confesar que a partir de leer tu blog, por una simple curiosidad fui observando que todo lo que practicaba con la relajaciòn se iba produciendo en forma armoniosa mi salud, todavia me falta mucho para sentirme como expresan pero se que ahora mas que nunca lo VOY A LOGRAR!!!!

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  4. Hola Betina, muy linda interpretación de la historia. Espero que te sirva para tu vida. Muchas gracias por el comentario. Saludos.

    Hola Laura, que hermosa es tu convicción acerca de las técnicas. Sigue en el camino y llegarás a la meta. Muchas gracias. Saludos.

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  5. Hola anónim@. Me pone muy feliz que a partir de tu curiosidad, hallas encontrado este blog, y hallas empezado a practicar las técnicas de relajación. Y si, talvez te falte mucho, pero lo importante es que ahora te falta menos. Sigue así que LO VAS A LOGRAR!!! Muchas gracias por el comentario. Te mando saludos.

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  6. Hola!! me encantó la historia,y me identifique mucho con el principe cuando no le quitaba la vista a la cuchara de aceite. Creo que muchas veces vamos por la vida con tantas preocupaciones, metas que queremos cumplir ya, conflictos sociales,idas y venidas, que muchas veces no nos dejan ver el camino y las oportunidades que surjen en el mismo.Disfrutar el paisaje, el proceso de los hechos...
    Con esta pequeña historia, he reflexionado de muchas cosas: a no solo verme a mi mismo, sino ver que pasa a mi alrededor, ni tampoco ver solo a mi alrededor sin quererme a mi mismo. creo que son la cara de una misma moneda. muchas gracias! y espero escuchar muchas mas historias! saludos.
    Cecilia

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