lunes, 29 de noviembre de 2010

HISTORIAS PARA MEDITAR

Hoy te quiero contar otra hermosa historia para meditar. El mensaje es aleccionador y totalmente aplicable a nuestras vidas. Si tienes algún tiempo, te recomiendo que la leas y saques tus propias conclusiones. Puedes usar esta historia para meditar en su mensaje o para combinarla con alguna técnica de relajación. Yo se que te servirá…


Cuenta la historia que dos monjes vivían en un lugar de retiro. Y como todos los monjes, para trabajar su fuerza de voluntad y conducta, tienen tareas diarias específicas. La de estos dos monjes era caminar hasta el río para juntar agua y llevarla hasta la comunidad.
En uno de sus típicos viajes hasta la orilla del río, uno de los monjes, el más sabio de los dos, se agachó para recoger el agua en su recipiente. En ese momento pudo notar que sobre una roca a duras penas se sostenía un pequeño escorpión que se resistía a ser arrastrado por la corriente. Al ver esto el monje sintió una gran compasión y estirando su mano para no caer al río tomó al escorpión con su mano y lo depositó sobre la roca a salvo. En ese instante sintió un fuerte dolor en su mano y al mirarse pudo ver que el escorpión, tal vez por miedo, lo había picado. Muy preocupado su compañero trató de ayudarlo para emprender la vuelta, ya que por esa zona los escorpiones son venenosos y si no se trata la picadura lo más rápido posible, se puede llegar a perder la vida.
Una vez vuelto a la comunidad, fue curado y su vida fue resguardada.
Cuando el monje ya se hubo curado del todo, pudo volver a su actividad diaria, y a buscar agua al río también, ya que era parte de su actividad en la comunidad.
Los dos monjes emprenden el camino hasta el río para llenar sus baldes con agua fresca, cuando el monje más sabio de los dos, ve otra vez un escorpión en situación parecida al que había salvado antes. El escorpión estaba asido a una roca, a punto de caer al agua. En un acto de compasión el monje vuelve a salvarlo y el escorpión, tal vez por miedo, lo vuelve a picar. Su compañero lo lleva hasta la comunidad, medio moribundo y ahí es vuelto a la vida. Cuando se hubo recuperado y pudo hablar, el compañero se le acercó para hacerle una pregunta y le dijo: “Hermano, quiero preguntarte, por qué volviste a salvar al escorpión cuando ya lo habías hecho y te había picado, y cuando sabes que la naturaleza del escorpión es picarte”. Con una profunda compasión el monje más sabio de los dos, lo miró a los ojos y le contestó: “Mi querido hermano, yo se que la naturaleza del escorpión es picar cuando se siente amenazado, por eso es natural que me halla picado cuando intenté salvarlo. Pero mi naturaleza es salvarlo y hacer el bien a todos los seres, por eso es natural que lo halla salvado”.


¿Cuántas veces actuamos en respuesta al estímulo que recibimos y dejamos de ser nosotros para convertirnos en algo que no somos?
Cuantas veces respondemos agresión con agresión, insulto por insulto, ojo por ojo…cuando en realidad nuestra naturaleza es ser como somos y no dejar que nada ni nadie nos cambie negativamente…

Espero que te haya gustado esta historia, y que te sirva. Yo la recibí de un ser muy sabio y hoy lo quiero compartir contigo….Que siempre seas tú!

martes, 16 de noviembre de 2010

Técnica de relajación mental

La rapidez con la que vivimos en estos tiempos, aveces nos hace desviarnos del real camino. Y ponemos toda nuestra atención en cosas que en realidad no nos pueden brindar paz ni felicidad. Corremos detrás de ilusiones materiales pensando que una vez que las consigamos nos sentiremos felices y realizados. Pero resulta que, una vez que las conseguimos, corremos para alcanzar la próxima ilusión y así nos metemos en un circulo vicioso que nunca termina. Y la felicidad y la paz nunca llegan...

¿Por qué?

Bueno, porque ni la felicidad ni la paz pueden venir desde afuera nuestro. Estos estados elevados vienen incorporados en nuestro ser. Son parte de nosotros, lo único que debemos hacer es recordar que nos pertenecen.
Esta técnica de relajación mental nos puede ayudar a re-encontrarnos con nuestro ser interno y relajar nuestra mente, logrando un estado de conciencia claro.
Es una técnica de relajación muy fácil de practicar y como decimos siempre, cuanto más la practiques más relajad@ y conciente estarás.

Estos son los pasos que puedes seguir para esta relajación mental:

1- Busca un lugar cómodo, aireado y con luz tenue. Si tienes algún incienso puedes prenderlo, ya que ayuda a purificar.

2- Sientate con la espalda recta o si lo prefieres puedes recostarte sobre una manta o colchoneta.

3- Cierra los ojos suavemente...

4- Relaiza una inspiración profunda, lleva el aire inspirado hacia la parte baja de tus pulmones, luego a la media y por último a la alta. Contén el aire un momento y luego exhala tranquilamente. Repite éste paso tres veces.

5- Respira normalmente, siente el aire entrar y salir de tus fosas nasales, disfruta de este estado...

6- Visualiza, siente, una esfera luminosa de color blanco que se posa justo sobre tu cabeza, en la coronilla.

7- Siente como esa esfera luminosa a medida que respiras penetra en tu cabeza, siente su calidez...

8- Ahora toda tu cabeza está iluminada por una hermosa luz brillante de color blanca. Quedate un momento disfrutando de la luz...

9- En medio de la luz visualiza una puerta del tamaño y color que tú elijas, justo sobre la parte de arriba de tucabeza, en la coronilla.

10- Visualiza, siente, como cuando inhalas el aire, entra através de tu coronilla y se mezcla con esa luz brillante, rejuveneciendote y revitalizandote. Y siente como cuando exhalas tus pesamientos se escapan através de tus fosas nasales.

11- Quédate en este estado el tiempo que lo necesites....

12- Una vez que sientas que es suficiente, haz una inspiración profunda y abre tus ojos lentemente.

13- Por último sonríe, y siente la energía....Ahora estás clar@...


Es aconsejable que al realizar las respiraciones profundas, no nos exijamos. Escucha a tu cuerpo, el sabe la medida justa...

Que ésta técnica de relajación sea de tu ayuda. Es lo que te desea Tus Relajaciones...

Hasta la próxima...